Como lluvia en primavera, como en la lluvia las gotas, en el hombre las mujeres, en las mujeres los te amo y las promesas, en mi diario los reclamos, en los días las heridas y los recuerdos de antaño.
Las promesas incumplidas, con mas promesas las vendamos, las botellas los tragos ya son fieles compañeros, las resacas del domingo enemigas de hace años.
En la noche las estrellas le dan labia al chamullero, no es lindo ni sincero, pero igual sale ganando, perro callejero, difícil lo pise un auto.
En el pato los café, y en el café la filosofía, poco tiene de filo pero mucho de pasiones, ni política tampoco regiones son las reglas de la charla, mejor hablemos de sexo que de eso nadie se amarga.
Las sonrisas de esa tarde, tu rostro contraste al cielo, llueven melancólicos anhelos golpeando mi ventana. Cuando me lleguen las canas con ellas la experiencia, dijo mi viejo en su ciencia, siempre llega cuando no se necesita.
Si sintiera lo que pienso, sentiría tan distinto, será por eso pinto un mundo de esquizofrenia. Llevo por yugo la controversia al no demostrar lo sentido, en mis tintas definido las más puras incoherencias.
Se repiten entre textos los proverbios y las normas. Entre las excusas las falsedades que ocultan las vergüenzas, la más fuerte de las bestias no ruge sus debilidades.
Repitiendo lo repetido, repito el vicio de escribir y en cada oración, los errores, los amores, los miedos y las falencias. La melodía en los oídos que encausa el sentimiento, un espejo, un himno, un latir. Dijo el viejo gaucho, de las pampas sureñas, repite su canto el Misto por ayer, hoy y después.
