viernes, 4 de febrero de 2011

Apretando Dientes


Trato que mis textos sean organizados, este imposible.

Respira Respira, Piensa, Piensa, ¡Grita!

¿Dónde estas? Alado Mio no, siempre vuelves, trato de pedirte perdón, te falle y lo intento te juro lo intento. Desde lo oscuro de mi cuarto desde el borde del suicidio, mi cansado espirito mi enferma alma, pensamiento entorpecido lo sigo intentando.

Ahogado, ahogado, sofocado…. Respiro, aprieto los dientes

Muerdo la locura con rabia extrema, busco la calma perfecta la paz profunda. Grito.
Me maldigo por el amor Eterno que te tengo, me odio me desprecio.
Como logre hacer lo que no quiero, como caí tan bajo queriendo subir, de mis errores solo habrá más errores. Solo.

Grito, me sofoco, respiro…
Frenético, frenético, frenético…ruido

Quise, lo intente, pero no pude y en el fondo, en lo mas profundo de mi hueco te siento mas, te sigo sintiendo gritar “¿Por qué?”.
Te encere y me encierro, en ese lugar donde las paredes con vidrios están salpicadas de faltas, donde mis hijos yacen colgados escupiéndome la cara, donde puedo golpearme y dejo que me golpees con algo mas que la mas dura de mis culpas. Me es inevitable lo juro.

Aturdido, Respiro, Golpes, Aturdido…Perdido

Es mi propio desorden mi refugio mi karma, todo eso ahí vive mezclado, ese lugar es tuyo mi hogar mi centro, pateas y rompes todo hasta poseerme por completo.
Te encomendé mi alma, o lo que quedo de ella. Fuiste vos quien la salvo siempre, vos sos dueño. Y así es que la llevaste contigo, me quedo el vacío, tu ausencia la soledad.
Nada se compara con tu partida.

No, No, No…

Fue aquella noche de lluvia la que lavo mi cara de cada una de las lágrimas que deje caer con un poco de mi persona. Cada gota lavo mi rostro pero no mi tristeza. Me inundo por dentro, no podía respirar.
Pude dejarme caer del todo, pero no de ese segundo piso, parado en la cornisa el mareo no fue suficiente para darle comienzo al final, no tuve las fuerzas, las gaste en el grito, no me empujaste contigo, aunque Avia caído a lo mas profundo del abismo, no logre caer de esa cornisa.
Y te llore y te seguí llorando hasta rasguñarme la cara, perdí toda razón. Te perdí.

Me dejo caer, una y otra vez
me dejo caer…
Caer vacío… caer… vacío

Silencio.