viernes, 18 de marzo de 2011

1 Mes y 15 Dias




Pasa el tiempo, frase trillada repetida casi constantemente por los 6 millones de personas que viven en este oxidado planeta. Pero particularmente ahora viene a mi mente con un sin fin de imágenes.
Una ves mas se mezclan 2 esencias para darle vida a un texto salpicado de oraciones que poco para decir tienen, y no son mas que el conjunto de varios días de poca inspiración pero muchas ganas de ejercitar aquel calido gusto de dejar un momento y varios sentimientos hechos tintas.
Mientras voy bebiendo un café que a poco va enfriando y pitada a pitada el cigarrillo deja mas impregnado mi aliento a tabaco, mi mente no esta conmigo, salio a caminar por la ciudad, por aquellos lugares que conozco tanto que los siento míos.
Juan b justo pasando Av. Santa Fe, camine esas veredas con hambre con lluvia, con la niebla de la madrugada, de tantas maneras tengo tantos recuerdos de esa vereda, ella es mía y vivirá conmigo por siempre. Me vio un sin fin de veces, las baldosas son parte de mi piel son el lienzo donde ahora escribo, un boleto al pasado y a pesar de las tristesas vividas sobre ella, entre sorbo y sorbo de café intercalando alguna seca al cigarrillo, me roba una sonrisa calidad, sin lugar a dudas Juan B justo y santa fe cruzándolo hacia el lado que sea, me pertenece.
Sigo paseando por una peatonal transitada por mas de mil historias, de las cuales pocas reconozco algunas otras son rostros son familiares otros sinceramente pasan frente mío y no los recuerdo, algunas otras me tocan el hombro para robarme un fuerte abraso.
Miro vidrieras con viejas costumbres pasadas de moda, pero que todavía uso cada tanto por gusto propio, capricho si, el nombre le queda justo.
Caprichos, entre tanto camino entre momentos pienso, y a medida que todo esto sucede tan automáticamente como el reflejo de respirar y fumar, siempre intercalando el café, los distintos caprichos vienen a mi mente, no solo los míos, también los del destino. Cual fue el capricho el que llegue la brisa del verano mas no tu presencia, ahora llega el otoño y vos seguís lejos, seguiré viviendo en una primavera de esperanzas que nunca muere, en la espera de tu compañía.
Esperanzas, esperanza de cambios, no soy a amigo de la rutina pero admito dormir con ella en cada noche, espero cambiarlo en algún momento voy a ceder el conformismo entupido, mis pensamientos será mas que un texto escrito para llegar a un echo concreto, tengo la fe intacta.
Podría seguir jugando con las palabras a medida que van cayendo en el texto, el sencillismo de lograr eso en este momento no me llama la atención. Prefiero seguir paseando veo fachadas con distintos sentimientos pintados, no todos tienen firma ni autor, aun así cada una tiene su estilo y eso es algo que puedo reconocer como el aroma del aquel primer amor, esa historia no solo tiene su fachada su firma, tiene su perfume y sigue patente grabado, aun 8 años después esta mas claro que la fragancia del café que estoy tomando.
Una nueva taza y el sonido del encendedor le dan comienzo al final de este último párrafo, entre tanto sigo vagabundeando por recuerdos, con una mochila llena de sensaciones, prefiero evitar la redundancia y dejar por hoy el vicio. El tiempo se detuvo un buen momento y creo que de apoco empieza a madurar la idea de conciliar el sueño, trabajo que se vera complicado por el dolor de muela, que no me dio tregua en el trascurso del día, aun así lidiare con ello.
Ahora si, termine mi café, limpie el cenicero y desahogue otra nota, el mundo puede seguir girando.