domingo, 23 de septiembre de 2012

Partida


No fuiste un prócer, fuiste el anti-héroe de muchos, no fuiste mi devoción ni mi meta inalcanzable, pero eras un icono ineludible. Sobre todo serás por siempre el reflejo de muchas cosas que me dijeron no sea, y al asociarlas a vos me sentí orgulloso, si ese es mi reflejo eso nos unió. Fuimos somos y seremos el mejor ejemplo del, “no, eso no se hace”. Llamarte hermano seria poco.
Lo que ayer fueron tus frases y que transcribí en máximas, hoy son un estandarte ante muchas cosas, frases que regalo con tu nombre por respeto, genialidades que en tu desquicio coherente pronunciaste con una sonrisa.
En esta fecha me toco despedirte, y por ende de mi mente busco en su memoria todas esas pequeñas herencias que me dejaste. Llegado el momento sin estarlo volviste a estar y otra vez más, como hace 17 años, no me dejaste caer.
Hoy partiste no se bien a donde, rostros extraños te dedican un destino, dudo que sea el que cada cual te elige. Jamás te gusto hacer lo que otros te decían que hagas así que seguramente tomaste nota de todos esos puertos para no caer en ninguno ni por equivocación.
La ultima ves que te despedí no sabia que iba a ser la ultima vez que te veía, pero si tenia la certeza que algún día te ibas a ir para siempre. Decisión de antaño que buscabas entre botellas y tabaco. Pasaje que te pagaste en cuotas día a día, mes a mes, año a año … 49 años, te tomaste tu tiempo.
Elegiste tu camino, llegaste a la meta, lo terminaste a tu piachere, no puedo negar que duele, las veces que pude te acompañe en el camino de a ratitos a tu lado me mostraste como se puede caminar de una manera distinta, a tu estilo. Esa fue siempre tu manera, tu Biblia y tu calefón. Nadie te pudo quitar lo bailado por que siempre anduviste de rock en rock con alguna secuencia poco clara o por demás turbia, así era tu vida así la terminaste.
Solo vos podes juzgarte por que sabes bien el como y el por que de lo que hiciste, a mi me queda por seguro que si vivieras 50 años mas o te devolvieran tu juventud lo harías de la misma manera, por que ese eras vos sin duda. Sabiendo poder hacer las cosas de otra manera, volverías a bailar en los mismos corsos.
Comenzaste tu final y terminaste tu viaje para empezar  tu nueva partida vaya a saber que te espera ahora, o que vas a ir a buscar.
Así es como concluiste las cosas, con tu fallo y sentencia, abriste nuevas heridas en mí que llevaran tu nombre con orgullo y nuevamente para que no queden dudas me volviste a dejar algo que asimilar.
Tengo que aceptar con el yugo al cuello, con tristeza y angustia, con  bellos recuerdos y una catarsis que más que tu apellido llevan tu esencia. Tu Perfume parisienes, sabor a asado, color tinto. Y una charla en la mañana tan corta pero en la que dejaste en claro quien era el Negro y que tu sangre era de orgullo y no de plasma.
- Negro mira que buena frase, “no retrocedemos, estamos tomando impulso”
- jajaja ¡eh! que este negrito feo no retrocede ni para tomar impulso

Hoy te sabia ahí encerrado y no eras vos, esa era tu cáscara…