Y me encuentro nuevamente frente al teclado y dando a luz una nueva
mirada del pasado para tal vez entender ahora y prepararme lo que se aproxima
en el futuro.
No tengo hoy una corriente de ideas que floten en un rio de espontáneos
sentimientos, Son sin embargo, pensamiento nacidos de charlas pasadas narrando
viejos recuerdos que anidan en mi memoria tan añejos, tan frescos. Locuras de
un pasado, momentos tormentosos que hoy me saben tan dulce, y que al traerlos a
la vida me es imposible no esbozar una sonrisa. Creo que es innato en todo ser
humano, paradójicamente, nuestra amargura de hoy, será la miel de mañana,
Pensémoslo un momento; es una verdad que casi todos odiamos la guerra pero que
lindo es perder el tiempo mirando un documental de Vietnam en esos canales de
documentales históricos.
En ese razonamiento simple es en el que hoy fundamento lo narrado, como
el pasar del tiempo hace que todo sea tan inestable, por eso considero que
nunca tengo todo ordenado, si no, más bien lo voy ordenando conforme avanza el
almanaque. Ordenando el cajón de mis recuerdos llegue a ese rincón al que
muchos temen otros no tanto, esos rincones que dejamos para el amor y cuando
chusmie más exhaustivamente me di cuenta de que cantidad de increíbles
anécdotas vivencie, que indudablemente narradas por otro no las creería. Así fue que el
amor y la locura me llevaron a querer indagar a mis amistades durante un tiempo
y conocer sus demencias, Solo para encontrar al más loco entre los locos, y
puta madre que muchos están sueltos sin medicamento aparentando cordura. Y si
digo locos es por qué si hay algo que tiene el estar enamorado es la falta
total de razonamiento criterioso.
Y así fue como amigo tras amigos me contaron como viajaron grandísimas
distancias, soportaron lo insoportable, vendieron su alma al diablo, dejaron
amigos, se pelearon con su familia, cambiaron de carrera, abandonaron su
deporte o la tan famosa frase que engloba esta o muchas otras más como varias
de estas en conjunto *perdí mi dignidad* y lo más lindo es que no solo una sino
varias veces fueron uno a uno contando como en distintas relaciones fueron
cometiendo lo que hoy llaman pecados.
Reflexionando sobre lo analizado note como todos de repente de sus
batallas perdidas hacen bandera y estandarte, que no hace falta duplicar la
apuesta, seguramente alguien va a salir a tomar el guante y retar a los
padrinos y demostrar a viva vos de que el sí fue mucho más inocente infeliz, porque,
y si quieren los invito a probar, no hace falta decir camine 100 cuadras para
que alguien diga y yo!! Ja! 340!! y al instante otro diga JA yo 50 pero
empujando un tanque, y así sucesivamente se baten a duelo entre risas, poniendo
sobre la mesa insensateces indescriptibles.
y sin importar cual haya sido la locura de cada demente ! todas
absolutamente todas las anécdotas concluyeron con un *no lo repito ni en pedo
ni drogado* y es que debo decir que de eso jamás tuve dudas. Seamos sinceros nunca
nadie realizaría ninguna de esas hazañas ni en pedo ni drogado, pero tengo por
seguro que enamorado si, enamorado hay que dar por hecho cualquier gansada. Es así
y no deja lugar a dudas; repito pruébenlo comentarle algún amigo vos realizarías
tal cosa y la respuesta es Ni EN PEDO, de ninguna manera será NI ENAMORADO
y entre tantas locuras o entre tanto amor note como las escalas son tan
relativas y como en distintas ocasiones se repetían una y otra vez un
conformismo abrumante, que llamare Ley del desierto y es que cuando caminamos
demasiado tiempo en el desierto cualquier cosa nos parece mucho, en el amor nos
acostumbramos tanto al menos diez que el cero nos parece demasiado.
Increíblemente nos acostumbramos a darlo todo, y no recibir nada,
calculo que la fuente de lo antes mencionado fue de chicos, es que cruelmente
nos mintieron con que hay que dar sin esperar nada a cambio, solo de corazón,
que vil mentira, lentamente comenzamos a generar la peor de las costumbres. En
ese juego de palabras noto que totalmente enceguecidos y aludiendo a esa norma,
muchas veces entregamos el corazón dejándonos sin vida para nosotros.
Y cuanto más busco y reviso tratando de desenmarañar esta trama de
insanos pensamientos de cuanto loco enamorado escuche hablar, pienso que tan
cierto será aquel chiste de Mafalda, y calculo que dios si patento la idea de
un manicomio redondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario