viernes, 7 de mayo de 2010

Partida


Entredormido aun, sintiéndose agotado, con el corazón cansado de latir sin razón aparente, sin sueños ni esperanzas, solo la sencilla inercia que se nos brinda al momento de la gestación. No tiene la fuerza de los años de juventud pasados. Los brazos en posición cruzada sobre el estomago, es el único abraso que recibirá en estos días...
Una habitación grande, vacía, blanca, refleja con exactitud la frialdad que por sus venas circula, sumada algunas betas de angustia y tristeza... Una ventana que deja a medias entrar el sol, pero no deja ver ningún paisaje, un sol que se las arreglas para mostrar esas pequeñas partículas de polvo, pero no esta ni minimamente cerca de calentar o dar vida.
El correr del tiempo parece no pasar. Los días son infinitos, las horas, son días, los minutos horas... El pensar en nada ayuda y la fe sencillamente no existe
Un día como tantos otros entre quietud y sonidos vacíos, un ambiente que deja respirar el olvido, mientras se saborea lo amargo de la soledad cotidiana. Ella entro decidida pero despacio a la habitación, suele rondar por los pasillos, pasar, mirar con un grado de curiosidad y seguir... por algún razón, esta ves entro muy lentamente y se sentó a la altura de las rodillas mirando el piso, mientras su mano izquierda se acerca de apoco a su cuerpo.
Después de mucho será, al menos, lo más cercano a una caricia...
Aquélla mano recorre su brazo, mano fría como la nieve y seca como la arena, pasa del brazo al pecho y del pecho al brazo, de una caricia ,a un simple roce con la punta de su dedo índice. Todavía no lo miro pero el dolor, la tristeza, y toda esa angustia que sintió durante tanto tiempo desapareció. Por alguna razón siente la calma y la paz mas preciosa.
Luego de unos minutos ella corre el tul que cubría su cabeza y deja ver el negro azabache de su pelo, lo mira con una mirada de lo mas tierna, con la compasión y el cariño que jamás pensó sentir, esos ojos oscuros, tienen la profundidad de un pozo ciego, donde deja entrever el vació que existe en su pecho carente de alma y corazón.
Después de unos momentos de calma, llega la tormenta, y como si hubiese roto ese muro de contención echo con el rejunte de odios y decepciones , el comienza a llorar como nunca antes, su alma se parte al medio, el pecho dolorido, la garganta ahogada para no gritar, muerde sus labios y llorar sin entender el por que de todo lo vivido su corazón se desgarra su pecho se abre y solo da bocanadas de aire para poder seguir llorando, con mas fuerzas. El dolor abdominal el de la garganta y el del pecho, es el mismo. Cambia su posición abrasando sus rodillas.
Ella sigue ahí sentada acariciando su torso y cabeza, como ayudando a salir todo eso que lleva adentro. Entre llantos y gemidos, se siente como de entre sus dientes apretados salen algunas palabras
- ¡basta por favor ya basta! –
Ni la persona más aguerrida y solitaria hubiese soportado tanto dolor y tristeza descontrolada, esa avalancha de emociones se desato, y esta vez estaba pasando toda por enésima de el.
Ella lo mira y sonríe, sabe perfectamente que toda tempestad tiene su calma, y que el desangre que el esta sufriendo tiene un final mas que feliz. Un final que el ya pensó hace muchísimo tiempo, mucho antes de estar en esa habitación condenado al olvido.
Pasado un tiempo, aquella dama cambia de posición, esta ves, se sienta en la cabecera de la cama reclinándose sobre el respaldo, lo acomoda y lo abrasa dejándolo que se recueste sobre su pecho, lo toma de las manos y pone cada una de ellas en el hombro contrario, acaricia su frente, el llora y aprieta con fuerzas su hombros.
Así como empezó todo, luego de la cúspide, luego delo peor comienza lentamente a sentir como todo aquello se aleja, todo ese sentir empieza muy gradualmente a desaparecer. Siente como sus brazos se dejan caer, y toda la tensión vivida se relaja , en un momento queda el su conciencia y las caricias de esa dama desconocida.
Ya no ve esas inundación de recuerdos de hace un rato, la melancolía desaparece, su mente esta en blanco y su corazón paulatinamente empieza a bajar los latidos. Se encuentra mas en sueños que en realidad, solo siente las caricias mientras su respiración se va apagando, queda totalmente dormido, no hay latidos ni respiración, ya todo termino.
Aquella mujer lo deja recostado en la cama y se marcha satisfecha, una ves mas cumplió con su deber.

3 comentarios:

  1. fuck men buena onda de texto! carcomido en dolores fisicos, emocionales y espirituales:|
    muy bueno... y casualmente yo cantaba Bon Voyage" cuando vos plasmabas esto?... en metafisica nos enseñan ke no existen las casualidades.. todo es causalidad

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  2. yea men ... por algo pasa el tiempo y estamos juntos ;) , siempre conectados sabelo !

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  3. que lindo amigo!!!! me gusta mucho como escribis te cuento que tuve que hacerme otro blog por que me robaron el miooo buuuh!!!

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